La Navidad cada vez está más cerca. Algo que inexcusablemente forma parte ya de esta época tan bonita del año son las luces navideñas. Podemos pasear por las calles que han dado el encendido oficial a estas fiestas, observamos árboles de navidad cargados de centenares de lucecitas de colores e incluso los centros comerciales cuentan con la mejor iluminación durante la Navidad.

Lo que observamos en el exterior se ha trasladado también al interior del hogar. Sobre todo si hay niños pequeños alrededor, no pueden faltar las luces navideñas decorando cada rincón de nuestra casa. Por eso desde Vieco Iluminación queremos darte unos consejos prácticos para llevar a cabo la mejor iluminación navideña dentro del hogar.

Dónde colocar las luces navideñas dentro del hogar

Antes de comenzar sin ningún criterio, intenta planificar qué estancias de la vivienda quieres iluminar en esta época. La más destacada siempre será el salón ya que es la más grande y donde se recibe a las visitas, donde coronará el árbol de Navidad. No falta en ningún hogar y sus luces blancas, amarillas o de colores intermitentes, dependerá del resto de decoración que hayas elegido en la estancia. Ellas serán las encargadas de marcar el camino a los Reyes Magos y Papa Noel para que sepan donde colocar los regalos.

Aún en el salón-comedor, la mesa es muy importante y cuenta con varias alternativas. Las velas LED son buena idea, así como meterse una guirnalda de luces en una botella de vidrio, algo muy original y típicamente navideño puesto que el resultado es increíble. Repite esta idea en tarros de estilo vintage o farolillos para crean un ambiente cargado de espíritu navideño.

La iluminación interior se extiende a otros lugares. Para la puerta principal apuesta por una corona navideña con luces que quedará muy bonita iluminada por la noche. En el recibidor es habitual colocar algún tipo de decoración ligera y que otorgue un toque navideño nada más entrar. Elige guirnaldas con luces, mangueras de neón o estrellas luminosas. Con ello conseguirás crear un ambiente cálido y acogedor dispuesto a vivir la magia de la Navidad. No hay excederse poniendo demasiados adornos navideños o luces porque nos encontraremos con un ambiente muy recargado.