Dentro de los diferentes tipos de iluminarias que existen, contamos con una distinguida como es el plafón. Pese a que no es la lámpara de techo más demandada ni querida, poco a poco empieza a ganar importancia en nuestros hogares. La razón es que es muy versátil y puede encajar en múltiples estancias gracias a la variedad de diseños que hay disponibles.

A diferencia de las lámparas colgantes, se acoplan directamente en el techo y son muy discretas. Se convierten en una apuesta segura para hogares o estancias más reducidas que harán que luzcan en todo su esplendor. Eso no quiere decir que no estén cuidados y tengan buen diseño, ahora existen plafones muy llamativos que nada tienen que envidiar a las lámparas de techo. En Vieco Iluminación te explicamos dónde puedes colocar tus plafones.

Dónde colocar los plafones dentro de tu casa

Existen plafones de todos los estilos, desde los típicos modernos a otros de estilo clásico o rústico. Según el tamaño y el diseño que tengan, puedes crear composiciones muy originales y atrevidas. O incluso combinar varios de una misma serie para tener algo innovador.

Una de las apuestas seguras para un plafón, sin duda es el dormitorio. En este cuarto puedes elegir un plafón sencillo y tradicional, una muestra simple que no está reñida con la belleza o la elegancia. Un ejemplo son los plafones de tela, son más acogedores por el efecto de luz que producen. Por eso es uno de los lugares donde más se emplean ya que su iluminación general es adecuada para toda la habitación.

Los plafones tienen un lugar privilegiado en la cocina. Posiblemente sea la estancia de la casa donde más pueden verse. Es una manera para que las lámparas colgantes no resten iluminación entre los diferentes electrodomésticos. La cocina es uno de los sitios más visitados y necesitamos una iluminación potente para ver aquello qué estamos preparando.

La oficina también se ha convertido en otro espacio referente para los plafones. De hecho, es la principal solución lumínica que se suele emplear. Por normal general, se incrustan varios plafones del mismo tamaño a lo largo del techo. Es solo una opción, en un despacho pequeño unos plafones con la potencia perfecta serán suficientes para dar la iluminación correcta cuando no tengamos luz natural.